¿Cómo aprender a aceptarnos?


Las leyes genéticas de Mendel, un investigador al que la humanidad le debe mucho, nos dicen que somos como somos gracias a una serie de decisiones que la naturaleza toma, entre las cuales figura el hecho de combinar características de nuestros padres que pasan de una generación a otra, a través de unas diminutas estructuras llamadas genes.


Por otro lado, desde el punto de vista espiritual, específicamente lo que se relaciona con la reencarnación y la llamada Ley del Karma, algunos han afirmado que cada persona elige sus padres y las condiciones de vida antes de nacer, de tal manera que éstas serían las adecuadas para lograr la misión que viene a cumplir en esta vida. Si aceptáramos este ángulo, tendríamos que aceptar que somos exactamente como deberíamos y como necesitamos ser. ¿Curioso? ¿Interesante?


Sin embargo, y lamentablemente, no siempre aceptamos con agrado eso que creemos que somos, quizás porque en sociedades como la nuestra, muchos padres, educadores, líderes y publicistas nos enseñan que para poder ser queridos, aceptados y respetados tenemos que ser diferentes a como somos. El resultado, infinidad de personas convencidas de que negar lo que son y fingir una personalidad, es algo valioso y loable.


Los que no aceptan su estatura quieren ser o más altos o más bajos; los que no aceptan su color de piel quieren tostarse o ser blancos; los que se culpan por tener dinero, lo derrochan o temen perderlo, y los que se culpan por no tenerlo se convierten en críticos y envidiosos. En fin, vivimos inmersos en un universo de inconformidades que generan estilos de vida autodestructivos.


Como lo veo, el primer error que cometemos es compararnos; buscar fuera la referencia de lo que somos, creyendo que los demás son el espejo que nos refleja. Olvidamos que los de afuera nos ven desde sus prejuicios y no tal y como somos. Por eso su opinión es apenas válida, aunque nunca determinante.

Al compararnos permitimos que otro nos mida, nos apruebe, defina nuestro valor y nos diga si estamos bien o no, como somos. Sencillamente absurdo.


El segundo error es evaluarnos por lo que hemos logrado, desconociendo todo lo que podemos llegar a lograr. Olvidamos que progresamos cada día y que mañana haremos las cosas mejor que ayer y que hoy. Es necesario considerar el potencial desarrollable que tenemos, ya que somos como un átomo que guarda la fuerza para generar una poderosísima reacción en cadena. No somos un producto terminado; Dios todavía sigue trabajando en nosotros. Esperá, tené calma y no te juzgues de manera inflexible.


También erramos al negar o evadir las limitaciones o debilidades, como si fueran algo digno de vergüenza. Es necesario aceptar nuestros puntos débiles y exhibir tanto cualidades favorables y desfavorables como seres completos que somos. No eres una colección de partes, sino un todo inteligente y valioso. Para ser auténtico - dice Chopra - tienes que ser todo lo que eres, sin omitir nada. "Dentro de cada uno hay luces y sombras, bien y mal, amor y odio ... si puedes abarcar los opuestos dentro de ti, serás auténtico".

¿Cómo podemos ser deseables sin gustarnos primero nosotros mismos?

Un factor adicional que complica las cosas, es negarse a buscar y seguir los talentos propios. Cada quien tiene un don especial; algunos pueden tener varios. Lamentablemente, padres ignorantes y temerosos inducen y hasta obligan a sus hijos a ser lo que no son, obligándolos a dedicarse a actividades que no les interesan. Impiden la expresión del potencial especial del niño o del joven. Cada quien debe encontrar su misión y su destino sin querer andar en los zapatos del otro. La ropa ajena nunca ajusta bien.


Si te es difícil aceptarte por algún defecto físico o la creencia de que eres inadecuado o feo, es necesario que te pares frente al espejo y te veas una y otra vez buscando algo que te guste y puedas aceptar; luego buscas otra parte de ti que te agrade y vas aprendiendo a quererte poco a poco.


También es preciso que te perdones por haber renegado de vos. Cómo estás, está bien para la misión que te toca cumplir. Como dijo un buen amigo: "Dios no es loco, sólo que no entendemos muy bien su lenguaje". Lo que no te guste y puedas cambiarlo, cámbialo. Lo demás, acéptalo y ámalo.


¿Cómo sabremos si estamos aprendiendo a aceptarnos? Porque comenzaremos a sentirnos más relajados, nos controlará cada vez menos la crítica y ya no necesitaremos justificarnos por lo que pensamos, sentimos, decimos o hacemos. Fluiremos con la vida, en vez de andar resentidos. "Cuando no hay nada que ocultar no hay nada que temer". 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Orgullo del ego...

Ataraxia Evolución

Life Coaching: AMOR SANO

Reflexiones sobre la armadura oxidada...

Culpar

Autovaloración

Código para una vida centrada

La libertad de no juzgar negativamente

La aceptación optimiza la adaptación

DESARROLLO PERSONAL CONSCIENTE: cultiva el autocontrol